lunes, 10 de agosto de 2009

mortifagos

Bellatrix Lestrange (Bellatrix Black siendo soltera) apareció por primera vez en El cáliz de fuego cuando Harry presenció los juicios posteriores a la primera caída de Voldemort en el pensadero de Dumbledore. Ella fue la primera mortífaga presentada en las novelas y, según las palabras del propio Voldemort, uno de sus esbirros más fieles. Bellatrix era una bruja de enorme poder, como Harry lo notó en Las Reliquias de la Muerte y varias veces se señalaron en ella ciertas tendencias al sadismo y la locura. Bellatrix siempre afirmó ser la más leal a Voldemort y demostró un fuerte deseo por recuperar su confianza durante la asamblea en la casa de los Malfoy en Las Reliquias de la Muerte. Es la única persona hacia la cual Voldemort ha demostrado tanta confianza, encargándole la protección de la copa de Hufflepuff, la cual era un horrocrux y contenía uno de los fragmentos de su alma.


Lucius Malfoy (nacido hacia 1954) era miembro de una de las familias mágicas con mayor prestigio dada su pureza de sangre, cosa que Dumbledore puso en duda así como había cuestionado los prejuicios de los Malfoy frente a los supuestos «impuros». El renombre de los Malfoy le permitió a Lucius tener gran influencia en la administración del ministro Cornelius Fudge, realizando constantes donativos para el Hospital San Mungo o para el Ministerio. Lucius perteneció a la casa de Slytherin en Hogwarts e incluso fue prefecto durante su estadía en el instituto. Sin embargo, nunca vio con buenos ojos que el colegio aceptase a alumnos de sangre mestiza y contra muchas de las decisiones de Albus Dumbledore.

Jason Isaacs interpreta a Lucius Malfoy.

A pesar de que Lucius era considerado uno de los mortífagos más importantes de su círculo, él nunca consiguió que su esposa Narcisa se uniera a la causa del lado oscuro. Logró evadir la cadena perpetua en Azkaban tras la desaparición de Voldemort alegando que actuó bajo la influencia del maleficio Imperius. Durante la ausencia de su amo, Lucius llevó a cabo acciones contra Dumbledore y Arthur Weasley, como se narra en La cámara secreta. Así, Malfoy introdujo un viejo diario de Voldemort en el colegio engañando a la hija menor de Weasley; el artefacto poseyó a Ginny y la obligó a liberar un basilisco que atacó a varios estudiantes del internado. En El cáliz de fuego, Lucius lideró el grupo que causó estragos en el Campeonato Mundial de Quidditch pero huyó cuando apareció la Marca Tenebrosa. Voldemort le reprochó esta actitud acusándolo de cobardía y de no haberlo buscado durante su convalecencia, aunque Lucius alegó seguir siendo partidario de los ideales de los mortífagos. En La Orden del Fenix lideró el pelotón de mortífagos que tendió una emboscada al Ejército de Dumbledore, pero fue apresado tras el combate contra Remus Lupin y enviado a Azkaban.



Peter Pettigrew fue, durante su estadía en Hogwarts, miembro de los merodeadores, grupo en el cual fue conocido bajo el apodo de Colagusano. Pettigrew en realidad comenzó a trabajar para el Señor Tenebroso en algún momento no especificado entre la finalización de sus estudios y la muerte de los Potter, de la cual fue en parte responsable ya que los entregó a Voldemort. Con la caída de su amo, Peter huyó pero fue interceptado por Sirius Black, a quien hizo pasar por culpable de la masacre ocurrida en la calle donde se enfrentaron. Su escape en Harry Potter y el prisionero de Azkaban le permitió reencontrarse con su amo en Albania y tomar participación activa en el plan que propició su reencarnación.



Regulus Arcturus Black (1961-1979), por su lado, atentó directamente contra el poder de Voldemort. Regulus era el hermano menor de Sirius Black y miembro de una importante familia con ilustres personajes como Phineas Nigellus Black, director de Hogwarts. A diferencia de su hermano mayor, Regulus fue un Slytherin y apoyaba los ideales familiares sobre la pureza de sangre y por tanto su unión a las fuerzas del Innombrable a los 16 años fue celebrada en su casa. Rowling comentó que Regulus entró al círculo oscuro seducido por el poder pero que se dio cuenta de lo complicada que era su situación una vez dentro.



Por último estaba Severus Snape, el mayor traidor a la causa de Voldemort ya que se convirtió en espía de Albus Dumbledore y actuó en contra de su ex amo durante años.

A través de los libros se vio un enfoque distinto acerca su lealtad, ya que por un lado la autora jugó con los gestos ambiguos y la personalidad oscura de Snape para construir una imagen sumergida en la constante incertidumbre. En Harry Potter y la piedra filosofal, el protagonista y sus amigos, gracias a la evidencia circunstancial, pensaron durante bastante tiempo que Snape estaba trabajando para Voldemort en la empresa de conseguir un antiguo objeto legendario. Algo similar ocurrió en El cáliz de fuego, ya que la confirmación del pasado de Snape como mortífago incentivó al trío a pensar que él estaba detrás del sabotaje al cáliz. En el capítulo 33 de Las Reliquias de la Muerte se confirmó que Severus estuvo del lado de Dumbledore desde antes de la primera caída del Señor Tenebroso; incluso el asesinato del director fue una instancia contemplada en los planes de Dumbledore. Snape decidió cambiar sus hábitos cuando supo que Voldemort estaba buscando a James y Lily Potter para matarlos a causa de la profecía que el propio Snape había escuchado. Ya que él estaba enamorado de Lily decidió intervenir para evitar el asesinato pero no lo logró. Sin embargo le juró al director de Hogwarts ayudarlo ante la inminente vuelta del Señor Tenebroso que se produciría en unos años y se convirtió en docente de Hogwarts.

Snape fue asesinado en la Casa de los gritos por Nagini, la serpiente de Voldemort, ya que éste creía que aquel era el legítimo poseedor de la Varita de Sáuco pero esta ya había pasado a ser propiedad de Draco Malfoy y luego de Harry Potter. Los recuerdos que entregó a éste último aclaran los hechos acaecidos desde la infancia del personaje. Según J. K. Rowling, Snape era un personaje demasiado "complejo" como para ser calificado de héroe o no héroe a la ligera. Su tragedia, de acuerdo a la autora, fue amar pero no saber evolucionar a tiempo para conseguir el amor que buscaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario